Cambio climático: “El cáncer de estos tiempos”

Guantánamo.- Cuando el peligro y la vulnerabilidad se juntan aparece el riesgo, de ahí, a la ocurrencia de catástrofes, solo resta la voluntad de la naturaleza de revelarse contra el hombre y devastar todo aquello que se interponga en su camino.

Desde hace algunos años los científicos, expertos y entendidos en la materia hablan de la relación necesidad – factibilidad para realizar e implementar estudios de Peligro, Vulnerabilidades y Riesgos (PVR), sobre todo en países subdesarrollados o del llamado Tercer Mundo, donde se concentran problemas sociales y medioambientales, como una asignatura pendiente para los gobiernos.

La vida cosmopolita del hombre y la industrialización de los diferentes procesos genera un nivel de consumo insostenible para la Tierra; a esto se le suma la desmedida contaminación ambiental, causa fundamental del recrudecimiento del cambio climático.

Lo anteriormente expuesto determina el alza en los índices de peligrosidad, algo que crece aceleradamente, sobre todo en asentamientos cercanos a costas, cuencas hidrográficas, zonas de deslizamiento o inundaciones e incluso la ubicación geográfica de acuerdo a las diferentes fallas tectónicas podría considerarse una vulnerabilidad.

Para Cuba destacan como peligros potenciales la elevación de la temperatura y el nivel medio del mar, los regímenes cambiantes de precipitaciones, así como la ocurrencia de eventos hidrometeorológicos extremos.

 Las pruebas de estas transformaciones en la atmósfera, que tienen naturalmente incidencia en la biosfera, las vivimos recientemente en el oriente del país con el paso de huracanes intensos como Ike, Sandy, Matthew, e Irma, este último el más potente del que se tenga registro en más de un siglo.

  

Los estudios de PVR prevén que el archipiélago cubano sufra afectaciones en ecosistemas, asentamientos costeros; también se pronostica la reducción de recursos forestales, la biodiversidad, disponibilidad del agua y áreas de cultivo, algo que, sin dudas, impactará en la producción agrícola.

Nuestro país vive desde 2014 una sequía hidráulica e hidrológica, consecuencia directa del cambio climático, que se manifiesta en la depresión del preciado líquido en embalses, ríos y fuentes de almacenamiento subterráneas. La agricultura es una de las esferas más sensibles, de ahí la necesidad de aplicar las investigaciones locales de PVR, para lograr entre todas las instituciones la resiliencia ante estos fenómenos y, por tanto, la preservación del hombre y sus bienes.

  • Tarea vida: Enfrentamiento de Cuba al cambio climático.

En 2007 comenzaron a realizarse en el archipiélago cubano investigaciones científicas a fin de conocer el peligro y vulnerabilidad costera en los próximos 50 o 100 años.

La directiva #1 del Presidente del Consejo de Defensa Nacional del año 2010 establece regulaciones que corresponden a la organización, planificación y preparación del país en caso de desastres. Se introducen entonces, planes de medidas para la reducción de riesgos conociendo en un primer momento cómo actuar ante catástrofes, y qué hacer para reducir su impacto. 

Elevar la percepción del riesgo dentro de la conciencia social se convierte en uno de las principales medidas para prevenir daños.  En este contexto de implementación a nivel local, regional y de país de los estudios de PVR, se habla de cumplir una serie de tareas como respuesta de Cuba ante el cambio climático.

Desde el 2015 el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente inicia un proceso de actualización de los documentos aprobados por el Consejo de Ministros para el enfrentamiento al cambio climático. Nace así la Tarea Vida, desglosada por acápites y acciones, dirigidas a lograr la seguridad alimentaria, el uso eficiente del agua como parte del enfrentamiento a la sequía, la protección de la flora y fauna cubana, además de la relocalización de los asentamientos humanos.

15 zonas fueron identificadas como prioridad teniendo en cuenta la población amenazada, su seguridad físico – alimentaria y el desarrollo del turismo.  Artemisa, Mayabeque, el litoral de La Habana, ciudades costeras como Cienfuegos, Manzanillo, Moa, Niquero, Baracoa, Camagüey, Villa Clara, Matanzas, entre otros territorios, figuran dentro de los posibles más afectados.  La tarea # 11 desglosa el accionar y la voluntad estatal para la aplicación de los PVR.

“Gestionar y utilizar los recursos financieros internacionales disponibles, tanto los provenientes de fondos climáticos globales y regionales, como los de fuentes bilaterales; para ejecutar inversiones, proyectos y acciones que se derivan de cada una de las tareas de este Plan de Estado”

De igual forma el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, compañero Raúl Castro Ruz expresó: “La reducción del riesgo de desastres y la resiliencia forman parte integral de la dimensión ambiental, social y política del desarrollo sostenible”       

  • Guantánamo frente a los estudios de PVR. Principales debilidades.

Las delegaciones territoriales de los órganos locales del Poder Popular, de conjunto con el Centro de gestión para reducción de desastres, Planificación Física y el CITMA en la provincia tienen el encargo estatal de implementar los estudios de PVR para el 2030.

Por ejemplo, Baracoa, debe reordenar los asentamientos cercanos a las costas y re- urbanizar la ciudad llevando a cabo obras ingenieras que faciliten el acceso de la población a los servicios más básicos. En los últimos 10 años, la ciudad primada de Cuba, ha sufrido el embate de potentes fenómenos meteorológicos que destruyeron la infraestructura del municipio.

En Yateras, Manuel Tames, San Antonio del Sur, Imías y Caimanera, los dos primeros ricos en cuencas hidrográficas, los otros, con costas al sur, se evidenció tras el paso de los huracanes Matthew e Irma el riesgo potencial de construir sin la anuencia de las instituciones estatales. En todos estos casos se impone el reordenamiento territorial, a corto o largo plazo, de acuerdo con los planes de desarrollo de los gobiernos locales.

El cambio climático puede parecer un hecho aislado, sin embargo, cada vez se manifiesta con más fuerza y afecta a miles de millones de personas. Los estudios de PVR, así como la Tarea Vida interrelacionan la gestión de diferentes organismos que comparten estos conocimientos científicos- tecnológicos, para el desarrollo, la resiliencia frente a este fenómeno y sus consecuencias.

Cuanto antes se detecten cuáles son las principales vulnerabilidades, se trabaje en pos de minimizar riesgos y el impacto de catástrofes, más preparada e informada estará la población para enfrentar situaciones de contingencia. Se trata de preservar recursos hídricos, suelos, flora, fauna, de promover acciones que contribuyan a la seguridad alimentaria para la subsistencia de la vida en la tierra.

En este sentido cada institución debe trabajar teniendo en cuenta los peligros identificados. La ocurrencia de fenómenos como estos es inevitable, algunos no pueden preverse, lo que si puede evitarse es la perdida innecesaria de vidas humanas y para ello, debe ganarse en conciencia social e institucional, en aras de minimizar riesgos biológicos, económicos y ambientales.

 

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