Imías

Municipio de Imías en Guantánamo, Cuba (foto: Rodny Alcolea)Imías; Vocablo aborigen aplicable al grupo montañoso ubicado al norte de dicha localidad, limita con Baracoa. Surge como municipio a partir de la nueva División Político Administrativa, dejando de ser una seccional de Baracoa.

 

Ubicación

Imías se encuentra situada en la parte sur oriental del país. Las aguas del mar Caribe bañan sus costas por la parte meridional.

Este municipio al igual que todos los demás se rige por el uso horario 19, cuyo meridiano central es de 75 grado Oeste que pasa por Yateras en la provincia de Guantánamo.

Los límites son:

Cuenta con una extensión territorial de 527,48 km2.

Antes del triunfo de la Revolución se aplicaron en el país varias fórmulas o estructuras político administrativas; igualmente se hizo en provincias y municipios. En el caso de Imías durante el período 1960 hasta 1968 se denominó seccional Ciro Frías Cabrera. A partir de este último año y hasta 1975 existían en el actual territorio 4 municipios: El Jobo, Los Calderos, Yacabo Arriba e Imías y a partir del 5 de julio de 1976 entró en vigor la nueva División Político Administrativa, donde desaparecen estos y se funden en uno solo: al actual municipio Imías, que establece unidades territoriales administrativas, actividades económicas y de servicios sociales adecuadas a las características de la nueva administración del estado cubano.

A pesar de la poca extensión que tiene, presenta variaciones climáticas determinadas por algunos factores como el relieve, características y dirección de los criterios y los niveles de las precipitaciones. Así tenemos tres particularidades climáticas:

  • En la franja costera de uno 5 kilómetros de ancho que varía desde Yacabo Abajo, pasando por Imías, los Cerezos, Tacre, Cajobabo hasta la Llana. Aquí el régimen de precipitaciones es muy bajo donde apenas caen 500 mm. al año, la humedad relativa es también muy baja (60% aproximadamente), la temperatura promedio anual es de 260C a 300 C.
  • Faja de uno 4 – 6 kilómetros de ancho que continúa al norte de la faja costera y abarca al Palenque, Yacabo Arriba, el Mate, los Calderos y Veguita del sur. Las Lluvias oscilan entre los 800 y 1500 mm. anuales. La humedad relativa es del 80% como promedio y la temperatura es de 240C.
  • Se extiende por toda la parte norte del municipio y su ancho varía entre los 6 kilómetros con los extremos este y oeste. Los lugares que abarca son: Explanada de Duaba, Jobo Arriba hasta Tres Piedras con más aguas que en las dos anteriores, oscilando entre los 1500 y 2000 mm anuales. La humedad relativa se comporta a más del 80% y la temperatura promedio es de 220 C.

El relieve es mayormente montañoso. El 93.8% está cubierto por montañas (491.5km²) y el resto 25.98 km2 por pequeñas llanuras entre los cuales se destacan los valles de Imías y Cajobabo.

El aspecto geográfico más importante de este municipio está presidido por la Sierra de Imías perteneciente al grupo geográfico Sagua – Baracoa.

El punto culminante es el Pico Vista Alegre con 1184.5 metros sobre el nivel del mar, y su cúpula termina en un embalse natural de agua con fondo y paredes de rocas al cielo abierto. Le sigue la loma de la Cana con una altura de 1174.5 metros sobre el nivel del mar a uno 12 Km. en línea recta con Imías rumbo norte. Existen otras elevaciones como la Cuchilla del Mate y las Coloradas que alcanzan una altura del orden de poco menos de 1170 metros sobre el nivel del mar.

Este territorio posee una rica trayectoria revolucionaria y la sierra ha servido de abrigo a varias generaciones en el proceso revolucionario. La zona de el Mate, el Ramón y otras, constituyeron escenario y refugio a las tropas rebeldes.Durante la guerra de1895 José Martí utilizó dos cuevas como refugio: la de Juan Ramírez y Pozanco.

La cueva de Rustán sirvió de abrigo también a José Policarpo Pineda Rustán que la utilizó en la guerra de 1868; de ahí su nombre, posteriormente en la última etapa independentista fue campamento rebelde.

Municipio de Imías en Guantánamo, Cuba (foto: Rodny Alcolea)Historia

Cartel en la entrada de Imías

El 11 de abril de 1895 fue testigo del desembarco del delegado del Partido Revolucionario Cubano José Martí y el generalísimo Máximo Gómez con 4 patriotas más por Playitas de Cajobabo, dejando para la historia local y nacional 4 lugares significativos.

También el 15 de abril del mismo año, pocos días después del desembarco, se reunieron jefes del Ejército Libertador y en presencia del jefe del ejercito mambí Máximo Gómez, asciende a Martí, a Mayor General del Ejército Libertador en el conocido rancho de yagua de Tavera.

Rancho de Yaguas de Tavera, casa de descanso de en su expedición por Imías

Esta localidad fue escenario de las acciones de la huelga general del 9 de abril de 1958 con el ataque al cuartel de la tiranía donde perdió la vida el capitán Ciro Frías Cabrera, quien antes de morir expresó: “Quemen el cuartel”.

Cuartel de Imías, hoy escuela primaria “”

Este hecho fue consumado a partir del 9 de noviembre de ese mismo año cuando dio inicio la batalla de Imías, protagonizada por las fuerzas de la Columna 6 y 18 del II Frente Oriental “Frank País García”.

El 14 de noviembre se produjo el ataque al cuartel de Imías, último bastión de la tiranía por estas zonas tras la rendición del cuartel, queda liberada haciéndose realidad los sueños de Ciro Frías Cabrera.

En 1995 se celebró en la localidad el Centenario de la expedición martiana con la presencia de su mejor discípulo: El comandante en jefe Fidel Castro.


Comunidades aborígenes

En 1914, el arqueólogo norteamericano Mar R. Horrington excavó y exploró una serie de cuevas en la provincia de Oriente: estas se extendían desde Cajobabo hasta más allá de la Punta de Maisí. En cuanto a Imías dice Horrington: “En el año 1919, el Doctor Rodríguez Ferrer y Juan Gauve, hicieron un reconocimiento del distrito Imías detrás de Cajobabo… y al volver nos informan acerca de la existencia de un asentamiento de pueblo que prometía buenos resultados con un terraplén situado en Veguita a orillas del río Jojó, seis millas más arriba de su desembocadura.

Después de realizar allí una ligera excavación lograron obtener una porción de vasija decorada, incluyendo una casi completa con otros objetos todos pertenecientes a la cultura Taína.

También Horrington personalmente encontró un paradero en la meseta que está en la cima de la loma de Playita de Cajobabo: tiene un diseño con un modelo semejante a un hombre danzando o nadando, se encuentra en el Museo de Santiago de Cuba.

En 1945, Jesús Colmenares se dedicó a hacer excavaciones en sitios arqueológicos en toda la costa, desde Baracoa por el este hasta Imías: colectó gran número de objetos valiosos: los cuales cambió por medicinas al Dr. Juan Creat en Baracoa, y en 1960, donó las piezas que le quedaban al Museo Bacardí de Santiago de Cuba.

En 1970 Andrés Noa Moreno, vecino de Imías, bajo el control del Museo Metropolitano de la Universidad de La Habana, comenzó a explorar toda la zona costera, desde Imías hasta Maisí: su trabajo consistía en descubrir todos los sitios arqueológicos para ser trabajos por los especialistas de dicha institución, quienes hicieron varias trincheras en el sitio de la Chivera, encontrando hachas, sumergidotes, objetos de cerámica y de conchas.

Aficionados de Guantánamo, se interesaron por la arqueología en esta zona y en el año 1970 Berto Leyva y Conrado Roja descubrieron el sitio Imías 1 de tipo preagroalfarero de aspecto cayo redondo, en el barranco del río Imías a unos 1500m de la desembocadura. En la estratografía se recolectaron dos percutores líticos, una gubia de concha. Silex laqueado y abundantes restos alimenticio de la fauna malacológica.

En 1972, descubrieron el sitio Cajobabo 1 y recolectaron un asa de vasija, fragmento de casuela decorada y no decorada, cuenca de collar olivas talladas y cortadas, pulidores líticos y abundantes restos alimenticios de la fauna malacológica terrestre y marina. De igual forma localizaron en los cerezos un sitio arqueológico y encontraron hachas petaloides, percutores y esferolitias.

En 1969 se creó un club con el nombre de cacique Guamá el cual se dedicó a la arqueología y a la espeleología. En su trabajo se localizaron los sitios de la cueva del Indio, los Corrales, los Calderos, Tío Pancho, la Vega de Yacabo Arriba y Yacabo Abajo unido aún cementerio. En 1978 se desintegró este club, dando todos sus hallazgo al museo 11 de abril, instalación que continúa el trabajo de arqueología en el estudio de estos sitios y la localización de otros como: la Vega de Graciano, el Jagüey, la Vega de Nené, la Vega de Santo, y la Vega de Pepe.


Etapa colonial

Esta etapa de la historia de Imías se cargó de hechos y acontecimientos sociales a partir del siglo XIX, poco antes del inicio de la guerra iniciada el 10 de octubre de 1968, en la etapa referida se aborda algo de su escaso desarrollo económico. La estructura social de la población y la división territorial. Ya en 1868 y 1869 están las manifestaciones de José Policarpo Pineda Rustán, el desembarco de la primera expedición armada por nuestras costas en la provincia de Guantánamo, Antonio Maceo en 1871. Así como la presencia de José Martí y Máximo Gómez que a partir de su desembarco en la expedición que el maestro denominó Mano de valientes, el 11 de abril de 1895, necesariamente esta parte está cargada de contenido a diferencias de otras, cerramos justamente las cuestiones más relevante en este período histórico en Imías, que en honor a la verdad nunca daremos por acabado.


Municipio de Imías en Guantánamo, CubaImías desde 1902 a 1952

La economía imiense 1902, era totalmente de autoconsumo, no tenía otro fundamento. Esta sólo se ceñía a las crianzas de ganado menor, avícola y abejas.

En la agricultura se cultivaba fundamentalmente caña, boniato, frijoles, viandas, muy poco café y cacao. Se ha conocido que las costumbres de cultivos en Imías, en estos tiempos estaban muy ligadas a la de los zoneros que existieron en el territorio, pues con evidencia se heredó el cultivo en los llamados conucos y que se sembraban plantas alimenticias de rápida cosecha; caña y miel de abeja constituyeron la materia prima ideal para la elaboración de dulces. La caña se molía, en cunyayo y con el guarapo se hacía miel, raspadura o se endulzaba con el guarapo fresco. A pesar de encontrar vestigio de trapiches o ingenio azucarero que pudieran estimular esta industria destacamos que los pocos habitantes que existían por estos lugares en 1902 y hasta avanzado los 50 años de este siglo, cultivaron la caña de azúcar con bastante regularidad y fue una de las fuentes alimentarías más amplia de la época en la zona.

El método de crianza era en terrenos totalmente abiertos, sin cercas; para identificar la propiedad o pertenencia era mediante señales en las orejas o las marcas de las iniciales del dueño en las partes visibles del cuerpo del animal con hierro candente. Esta forma de crianzas era favorecida por la poca cantidad de vecinos que existían en el territorio.

La actividad comercial imiense en esta época era limitadísima, tal es así, que existió una tienda por Veguita, pero muy poco surtida. Esta forma obedecía a que al desaparecer el régimen Español por las consecuencias de la guerra de intervención norteamericana en Cuba, se redujeron a nada algunas tiendas que existían por ¨ Las Veguitas ¨ como expresara Martí en su diario el 15 de abril de 1895, cuando cruzó por estos abruptos lugares. Aquellos eran uno de los avances más notables de la situación económica imperante en Imías, desde el punto de vista comercial y como algo organizado.

En 1910 Emilio Arcos, situó una pequeña tienda en la zona, con posterioridad Segundo Jiménez, Ernesto Asencio, Vicente Sánchez Samoano instauró la suya en 1927, por este tiempo lo hizo Luis Delgado, Asencio lo hizo en el barrio de Domingo Pérez; los restantes en la línea.

También fueron comerciantes Eduardo Matos, en Veguita del Sur que a partir del año 1935, causando el embarque de guineo * levantó mucha fuerza y combinó este comercio con el de la madera.

La demanda del guineo estimulada por la competencia comercial que propinó la UNITED STATES FREE COMPANY originó una explotación en tal sentido en Imías a partir de 1935. Se instauraron en el territorio numerosos puntos llamados recibo de guineo, donde se recepcionaban y eran acopiados hasta las radas de embarque situada en Cajobabo, Yacabo Abajo e Imías. Aprovechando dicha coyuntura se establecieron muchas tiendas, pues los ingresos económicos eran diferentes a los de años anteriores. Ya en 1941 fue tan amplio el negocio que motivó a varios hombres imienses a agruparse clandestinamente para cargar y descargar los barcos que atracaban a la costa. Ideado por éstos, nace el Gremio de Imías, perteneciente al sindicato nacional de los trabajadores marítimos y terrestres de la costa sur de Baracoa, dirigido por José Cobo Pérez y otros.

La euforia maderera de muchos foráneos y del patio gestó lo que indudablemente necesitó de fuerzas de trabajo, aglutinado en la actividad a varios empleados de aquí. Estos aspectos y como fundamento, la instauración del Gremio, fueron las génesis de la CTC en Imías, celebrándose con fuerza extraordinaria por primera vez en 1945 el 1ro de mayo.

El valor de guineo decayó en el territorio en 1949, en algunos lugares como Yacabo Arriba las extensiones liberadas del cultivo anterior, fueron sustituidas por potreros de ganado vacuno. Los objetivos madereros aumentaron, trayendo por consecuencia que en éstos quedara un reducido número de empleados y ascendió la miseria. En los años 50 la madera ocupó el primer renglón económico imienses.

En la situación económica imienses se destaca con cierta singularidad la actividad minera. Existieron exploraciones al respecto a partir de 1925. Uno de los lugares donde se realizaron excavaciones para extraer cobre fue en Tío Pancho, vía los Calderos, la Mina en cuestión se llamó ¨ La Garcita ¨ y su dueño era Rafael Alonso de Baracoa.

Municipio de Imías en Guantánamo, CubaImías desde 1952 a 1958

En Imías la lucha revolucionaria nació en el campo, entre los hombres humildes, entre los desposeídos que sólo perderían, en caso de su muerte, su existencia y simplemente dejarían de ver a sus hijos atenazados del hambre, la insalubridad y el analfabetismo. Esta lucha tuvo aquí su génesis, entre los que la mayoría no tenía ninguna propiedad y que se le llamó campesino porque nacieron y se desarrollaron en el campo, no porque tenían un buen trozo de tierra para cultivar. Eran en los que Fidel confiaba como lo expresó en La Plata el 7 de Mayo de 1974 cuando dijo:

“Nosotros confiábamos en los campesinos, en la tradiciones de nuestro pueblo, (…). Estábamos convencidos de que los campesinos se sumarían a la Revolución, sabíamos que esos campesinos no eran diferentes a los campesinos de 1868 y 1895, que hacía falta iniciar de nuevo la lucha, que hacía falta reanudar los combates por la Revolución, que en esa lucha los campesinos estarían al lado de la Revolución y lucharían abnegados y heroicamente”.

En este territorio ya se tenía experiencia de ciertos enfrentamientos de campesinos con mayorales y dueños de grandes extensiones de tierra como lo fue Lázaro Hipólito Higuera que desde Macambo, parte de Yacabo Arriba, Palenque… tenía en su propiedad 572 caballerías de tierra.

‘’ No podían ser cultivadas por ningún campesino de los tantos que necesitaban trabajar en aquellas tierras, nadie la trabajaba por ser de aquel “señor” que no la conocía, por nunca haberla caminado, ni la utilidad que tenía”.

Además existió el enfrentamiento entre los campesinos de Duaba Arriba y el propietario Celestino Waristi de Santiago de Cuba, así como con el mayoral Gregorio Warte. Este y su “amo” acusaron a los campesino del lugar, porque lo enfrentaron y les votaron las semillas de la hierba que después del desalojo, Celestino y Gregorio iban a regar en sus fincas alegando que esas 500 caballerías eran de su propiedad.

Los campesinos fueron conducidos al cuartel de Imías donde lo amenazaron inescrupulosamente después de formarlo y decirles que “les iban a pasar la ametralladora”.

“El que encabezó y organizó a los sublevados fue Justo Pérez y le siguieron Fidencio Machado, Tomás Romero, Esmeregildo Machado, Nicolás Moreira, Feliciano Álvarez, Luis Felipe Pérez, Gelacio Cobas, Desiderio Breffe y Genaro Martínez. Los hechos se desarrollaron en 1956”.

Al triunfar la Revolución los campesinos los denunciaron y pidieron que este mayoral debía rendir cuentas. Este se percató de la radicalidad de la Revolución y abandonó el país.

Esos eran los campesinos que estaban al lado de la Revolución, no había diferencia de los del 68 y del 95, hacía tiempo que luchaban, se habían sumado a al movimiento revolucionario. Los hombres del campo imiense empezaron a despertar con las manifestaciones prolongadas de los del Valle de Caujerí, San Antonio del Sur y de Toa Arriba contra los Navarrete, despertaron con lo sucedido al viejo luchador Manuel Señarí, en Maya. Fueron conocedores de las más de 100 caballerías de tierra que tenía Alberto Hernández, cuya finca se llamó “La Aleyda” desde Mijial hasta Naranjo Chino en Palmarito de Imías, dentro de estas vivían unos 60 campesinos.

Los campesinos de Imías fueron conocedores de la mensura que en 1957 una compañía que se adjudicaba las tierras de Los Lechugos del Jobo Arriba para atravesar la Mina de Baracoa y que hicieron trochas en varios lugares”

Es decir, que el territorio estaba circulado por enfrentamientos campesinos y geófagos, de cuyas manifestaciones de luchas fueron creando en los hombres del campo de estos contornos las condiciones políticas e ideológicas para arremeter contra aquellos que pensaron dominar al campesinado con prebendas, sobornos, amenazas, acusaciones y mentiras.

Todas estas pretensiones ambiciosas estimularon la voluntad y fuerzas del campesino y emanaron sus virtudes revolucionarias y de justezas ante los que durante decenas de años trataban de cercenarlos, despreciarlos y aún más, desalojarlos de la tierra que lo vio nacer.

En 1953 “el abrigo del Banco de Fomento Agrícola Industrial”, y otras entidades económicas trataron de desarrollar el país.

En Imías verdaderamente creció vertiginosamente la producción agrícola, especialmente la de café y cacao, como se observa en el epígrafe Situación Económica. Hubo comerciantes que exportaron anualmente hasta 3500 quintales de café (este dato conservador), muchos campesinos pudieron estabilizar grandes extensiones de tierra con plantaciones sanas, con buen rendimiento productivo. Se incrementaron muy buenos cafetales y fuerza de trabajo. Fungieron en esta zona varios funcionarios acreditados como inspectores de patronatos, pero cuando analizamos el beneficio de la producción, los buenos efectos fueron recibidos por los comerciantes del territorio, compraban globalmente las cosechas por estimados o según iban entrando el producto.

Pero en términos económicos, estos negocios se concertaban no para pagar mutuamente al comerciante y al campesino, no existía reciprocidad equilibrada en esta compra-venta.

Un campesino o dueño de finca pobre, como lo fueron todos en Imías, hacía dicho contrato y se abría una cuenta en su tienda según estimado de lo que obtendría en el futuro, iba comprando en la bodega de dicho comerciante y cuando llegaba el fin de la cosecha y por supuesto, el período de entrega, se saldaba la cuenta; si quedaba algún dinero por que fue buena la producción, se lo llevaba en efectivo, en mercancía o de parte y parte, pero si la productividad era mala, el campesino quedaba en deuda, incluso hubo un caso que el comerciante intentó embargar la finca del campesino.

De haber sido un convenio o un contrato ventajoso para ambos o que al menos el campesino o dueños de cafetales hubieran sido beneficiado de algún modo, la población imiense no fuera partícipe, en aquella época, de tanto analfabetismo, insalubridad, desamparo social, de muerte de niños y adultos de enfermedades curables.

Municipio de Imías en Guantánamo, CubaLa Revolución en el poder

Con la Revolución se inician transformaciones en el territorio, las cuales permiten el rescate de las tierras, los recursos y la rotura de aquel régimen de explotación y miseria, y el restablecimiento después de más de 450 años de la justicia social en un lugar como este, olvidado y atrasado así como la conquista de la dignidad del imiense.

Es en esta etapa cuando se alcanzan las aspiraciones de los indígenas, esclavos, mambises, campesinos, estudiantes y trabajadores que de generación en generación cumplieron con la misión histórica que les tocó vivir, para hacer realidad en la Imías de hoy la verdadera independencia de su pueblo.

En la localidad se produce el proceso de unidad del pueblo el cual se incorpora a las diferentes tareas y en especial en las organizaciones de masas y sociales en apoyo a la Revolución, cuyo proceso político estuvo matizado por un profundo trabajo Político- Ideológico, pues el atraso y la incultura del pasado no permitieron que desde el inicio se comprendiera el verdadero alcance la Revolución, pero en su bregar revolucionario el pueblo en la inmensa mayoría, ha puesto de manifiesto que apoya la obra revolucionaria no con palabras sino con hechos.

Las costas de Imías se convirtieron en el principal foco de infiltraciones y desembarcos de contrarrevolucionarios, de ahí el importante papel que tuvo que desarrollar el pueblo en la lucha contra bandidos.

En el territorio se puede apreciar el avance del socialismo en todos los órdenes de la vida, los logros alcanzados por la obra de la Revolución no tienen límites de comparación, los índices de salud, educación, cultura entre otras son muestras convincentes del socialismo cubano por resolver las necesidades vitales del hombre en todos los rincones del país.

Las dificultades y errores que se han producido en el municipio en la construcción del Socialismo forman parte de la dialéctica del proceso histórico.

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