La equivocación de Trump

Guantánamo. 16 de junio.- Una vez más un presidente de los Estados Unidos de América se equivoca con Cuba. Le tocó el turno al nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, quien “lanzó llamas”, en su discurso de este viernes 16 de junio en el Teatro Manuel Artime, de la Pequeña Habana, en Miami.

Entre los planteamientos de Trump sobre Cuba sobresale uno: “Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor”.

¿A qué pasos concretos se referirá el Presidente norteamericano? ¿Acaso Cuba no cumple cabalmente con todos los acuerdos firmados entre ambos países y colabora con vistas al proceso de normalización de las relaciones bilaterales?

Según numerosos analistas internacionales, las palabras de Trump están marcadas por el populismo, por complacer al electorado del estado de La Florida, en su arcaica pretensión de aislar al pueblo y gobierno cubano con el endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero y echar por tierra lo alcanzado en la era Obama.

Pero Trump, y sus más cercanos colaboradores, olvidan la estirpe del pueblo cubano, que a pesar del cerco económico de la mayor potencia del planeta, de las restricciones de todo tipo que le impone por la fuerza los Estados Unidos, resiste y resistirá los nuevos embates imperialistas.

En sus palabras no hace alusión a los graves daños que provoca esa política genocida contra la mayor de las Antillas, que le priva de importantes recursos para el desarrollo y el progreso del pueblo cubano, que a pesar de todo exhibe logros importantísimos en Salud, Educación, las Ciencias y el Deporte, por señalar algunos sectores.

En otra parte de sus palabras Trump, como fiel defensor de la prepotencia norteamericana, afirma que “Trataré de promover un país estable, próspero y libre para el pueblo cubano. Con ese fin, debemos asegurarnos de que los fondos de los Estados Unidos no se canalizan a un régimen que no ha cumplido con los requisitos más básicos de una sociedad libre y justa”.

Nada más alejado de la realidad Donald Trump. Su injerencismo es notable y reprochable. Los cubanos dignos conocemos bien nuestras prioridades y enfocados en ellas trabajamos para llevar adelante la nación. Las palabras justicia y libertad nos distinguen desde el 1 de enero de 1959, y por ella seguiremos en pie de lucha.

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